Alumnos ‘atrapados en el aula’

15/03/2021
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Alumnos ‘atrapados en el aula’

alumnas en claseEl profesor tiene el poder. El ‘poder’ de generar una motivación y un aprendizaje de calidad entre sus estudiantes. El ‘poder’ de despertar emociones positivas en el aula. “Necesitamos docentes que no ‘atrapen’ a los estudiantes en el aula, sino que los atraigan”. Esta es la máxima del Grupo de investigación Motivación, Educación y Salud de la ULPGC, que desde hace varios años analiza los factores que fomentan la motivación humana en todos los ámbitos de la vida. En el contexto académico, el factor clave es el profesor.

 

Autonomía, competencia y relaciones. Estas son las tres necesidades psicológicas básicas del ser humano. La autonomía es la sensación de sentirte el “dueño de tu conducta”, sin presiones externas e internas. La competencia está directamente relacionada con el dominio de una actividad o conducta; y las relaciones están vinculadas a lo que se denomina “un sentido de pertenencia o conexión a un grupo”. Por tanto, “se trata de tres necesidades que tenemos que satisfacer en todos los ámbitos de nuestra vida para rendir más, para estar implicados en las tareas que realizamos y para mejorar nuestra autoestima”, explica el profesor e investigador de la ULPGC, Juan Luis Núñez, que extrapola estas mismas necesidades psicológicas al ámbito académico y a la motivación de los estudiantes.

Esta ha sido la base y pilar de un reciente estudio desarrollado junto a su compañero y también investigador de la ULPGC, Jaime León, en colaboración con investigadores de la Universidad Miguel Hernández de Elche y la Universidade do Oeste de Santa Catarina (Brasil). Juntos han desentrañado dos estilos didácticos en el aula, totalmente opuestos, y sus consecuencias en el alumnado. “Existe el estilo del profesor que apoya la autonomía del estudiante favoreciendo su iniciativa, y existe el denominado ‘estilo controlador’, que es el de aquel profesor que presiona a sus estudiantes para que actúen, piensen o sientan de una determinada manera y que no fomenta la curiosidad del estudiante, ni tiene en cuenta su punto de vista”.

El estudio, desarrollado en una muestra de más de 3.000 universitarios de ambos sexos, de seis países diferentes (España, Portugal, México, Colombia, Chile y Brasil) demuestra que, con independencia del contexto social o cultural del estudiante, el ‘estilo controlador’ de un profesor frustra la necesidad de relación de los estudiantes y disminuye la cohesión de un grupo. Sin embargo, un docente que imparte sus clases con un ‘estilo de apoyo a la autonomía’ favorece la cohesión del grupo, lo que constituye un aspecto clave en el éxito académico individual de cada uno de los estudiantes, y, lo que es más importante,“la cohesión de grupo juega un papel preventivo en el abandono de los estudios universitarios”. Se trata de una variable novedosa en el ámbito académico que, sin embargo, ya había sido ampliamente estudiada en el ámbito deportivo.

"Un docente que imparte sus clases con un ‘estilo de apoyo a la autonomía’ favorece la cohesión del grupo, y esta la cohesión juega un importante papel preventivo en el abandono de los estudios universitarios”

“El ser humano, por naturaleza, es proactivo desde que nace”, explica el investigador Juan Luis Núñez. “Curiosea, tiene iniciativa, tiende a relacionarse… Y lo que no es natural es que en el ámbito académico un profesor le coarte toda esta proactividad, ‘atrapándolo en el aula’ con una excesiva presión en su formación y frustrando su autonomía”.

En este sentido, el Grupo de Investigación de la ULPGC ha comprobado que un ‘estilo de apoyo a la autonomía’ en todos los niveles educativos promueve la calidad de la motivación. “Porque lo importante no es la cantidad de motivación, sino la calidad, aquella motivación ligada a su autonomía, aquella que despierta emociones positivas”.

Ya, en institutos de Secundaria de Canarias, se han puesto en marcha programas formativos especiales que inciden en estilos docentes que satisfacen las tres necesidades psicológicas del ser humano (autonomía, competencia y relación) y los resultados demuestran que son un extraordinario aliado del rendimiento académico del alumnado.

El profesor motivador: la clave del éxito

Cambiar el paradigma del docente y hacerle partícipe del éxito académico de las nuevas generaciones de profesionales. Este es el objetivo del Grupo de Investigación de la ULPGC conformado por varios psicólogos que ya imparten en muchos institutos cursos formativos para promover la figura del profesor como ‘elemento motivador’ entre su estudiantes.

Las características que debe cumplir este nuevo docente son las siguientes:

  • ofrece distintas opciones a sus alumnos para la toma de decisiones, y, así, permite que formen parte activa del proceso de aprendizaje.

  • realiza un ejercicio de empatía con sus estudiantes, reconociendo sus emociones en cada momento del proceso formativo.

  • brinda un ‘razonamiento significativo’ a sus estudiantes, relacionando el nuevo conocimiento con los conocimientos adquiridos anteriormente y con sus experiencias en la vida cotidiana, con el fin de fomentar un aprendizaje basado en la comprensión y no en la memorización de los contenidos.