Expertos mediadores y árbitros en el SAMADR-ULPGC
La gestión y solución de controversias entre instituciones, empresas y organismos oficiales no tiene por qué terminar en la vía judicial. La ULPGC crea en 2015 el Servicio de Arbitraje y Mediación SAMADR-ULPGC, para impulsar los mecanismos de resolución alternativa de litigios.
El Servicio de Arbitraje y Mediación de la ULPGC (SAMADR-ULPGC) nace en 2015 para fomentar y promover las vías alternativas de resolución de conflictos entre empresas, instituciones y organismos oficiales. Es una de las pocas instituciones universitarias españolas que cuenta con un equipo multidisciplinar de expertos en diferentes especialidades del derecho.
Son ‘árbitros’ y mediadores especializados que ayudan a gestionar las controversias acudiendo a mecanismos como la negociación, la mediación o el arbitraje.
Ya, desde el año 2000, varios profesores de la ULPGC se unieron y comienzan a impartir en las aulas de Ciencias Jurídicas formación especializada en negociación, mediación y arbitraje ante conflictos surgidos entre particulares, empresas e instituciones. Esta formación específica ha sido rápidamente demandada por algunos sectores productivos, que veían en el arbitraje y la mediación una manera eficaz y más económica de solucionar conflictos. Así, y tras estas primeras experiencias y contactos con las empresas e instituciones, surgió la creación del SAMADR ULPGC, que ha crecido de manera exponencial en los últimos años y ya es un referente para otras instituciones, organismos y universidades españolas.
“Somos un equipo estable de siete personas, que varía y se adapta en función del sector al que dirijamos la formación y materia que debemos impartir o dirigir nuestra actividad, centrándonos en especialistas en determinados campos de trabajo y de un área geográfica concreta”, explica la profesora Rosa Pérez Martell, directora del Servicio. “En nuestra amplia experiencia, hasta ahora, hemos trabajado con expertos en Canarias, de otras universidades españolas, europeas y americanas; con profesores, abogados, economistas, magistrados, notarios y otros profesionales de reconocido prestigio”.
El SAMADR forma a especialistas en ámbitos que tienen una demanda creciente, y que pretenden resolver conflictos de manera rápida, especializada, económica y eficaz. “Cada vez más Universidades ofrecen estos mecanismos, en España y fuera de ella, adoptando diferentes formas, ya sea como formación para estudiantes de grado, de postgrado, ya sea como promoción de la investigación en estas áreas, o como un servicio inherente o relacionado con la propia Universidad. En este sentido, la ULPGC es admirable y sobresaliente en la formación, investigación y desarrollo de estos servicios asociados”, señala Rosa Pérez Martell.
Muchos de los estudiantes de la ULPGC se han visto beneficiados de la formación que imparte el SAMADR. “Se han formado en negociación, en arbitraje, se han inscrito en el Registro de Mediadores del Ministerio de Justicia y ejercen como mediadores civiles y mercantiles”, explica Rosa Pérez. “De un lado, los estudiantes acuden a nosotros como institución relevante, puntera y especializada en estas áreas; de otro lado, se han beneficiado de formación gratuita, este año, gracias a la subvención del área de Juventud del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, conseguida por el propio servicio, agradeciendo la implicación y esfuerzo demostrado”.
De igual modo, desde el SAMADR se impulsa cada año un enorme volumen de trabajos fin de grado, trabajos fin de máster o tesis sobre el campo de la negociación, de la mediación y del arbitraje.
Otra de las importantes aportaciones sociales del SAMADR es que se trata de un servicio que ofrece formación y servicios a profesionales de distintas áreas: arquitectos, ingenieros, sanitarios, economistas… Todos ellos buscan, así, conseguir una mayor especialización en sus áreas de trabajo y fomentar la “cultura de la paz” en la resolución de controversias entre dos partes, en cualquier ámbito laboral.
EL SAMADR garantiza, de este modo, proponer nuevas soluciones a los conflictos, con la consiguiente reducción de costes legales, ahorro de tiempo invertido para ello, ofreciendo absoluta confidencialidad en el proceso y eliminando incertidumbres. “Estas son algunas ventajas que han hecho que muchas empresas, particulares, emprendedores y administraciones se hayan interesado por nuestros servicios y hayan optado por colaborar y trabajar con el SAMADR”.
