Los billetes ‘hablan’ del consumo de drogas

31/01/2012

Los billetes ‘hablan’ del consumo de drogas

Cómo encontrar hasta 21 tipos de drogas o derivados de éstas en un billete de euros. Ésta es la principal novedad científica de una investigación desarrollada por cuatro investigadores de la ULPGC que pertenecen al Servicio de Toxicología Clínica y Analítica, y que han estudiado, durante dos años, nuevos métodos para detectar un mayor número de sustancias tóxicas.

 

sertox.jpgDesde hace casi diez años se puso en funcionamiento en Gran Canaria el denominado Servicio de Toxicología Clínica y Analítica. En él, varios investigadores de la ULPGC prestan sus conocimientos y trabajos a la sociedad de forma totalmente altruista. Su principal función era, y es, colaborar con la Administración de Justicia del Gobierno de Canarias en realizar las pericias toxicológicas en Gran Canaria y, así, evitar el retraso de ciertos juicios hasta tres y cuatro meses, como consecuencia del envío de pruebas a Sevilla o a Tenerife para su análisis.

 

Junto a este Servicio de Toxicología, y de forma paralela, se crea el Laboratorio de Toxicología, tras un convenio entre el Gobierno de Canarias y la ULPGC. El trabajo que se desarrolla en él se centra, prioritariamente, en poner en marcha nuevas metodologías que ayuden a médicos forenses y jueces en los casos de muertes sospechosas. Así surge el trabajo de investigación liderado por el profesor y director del Servicio de Toxicología, Luís Domínguez-Boada, denominado “Evaluación de la presencia de residuos de drogas de abuso en billetes de euros en circulación en las Islas Canarias”.

 

Esta investigación inició sus primeros pasos en el año 2008 con la búsqueda de nuevas matrices ambientales en las que identificar residuos de drogas. “Ya se habían realizado análisis para identificar residuos de cocaína anteriormente, en concreto en billetes de dólar”, señala el investigador Luís Domínguez-Boada, “pero nunca se habían realizado determinaciones simultáneas de múltiples drogas, lo cual era contradictorio con el hecho bien conocido de que la mayoría de los consumidores de drogas consumen más de una sustancia (policonsumo)”.

 

foto_billetes.jpgAsí, el trabajo del grupo de investigación de la ULPGC quiso ir más allá y se centró en investigar nuevas formas de análisis que favorecieran la detección de un mayor número de drogas. Dos años duró este trabajo preliminar, y ya, en el año 2010, se inició el trabajo de campo, analizando hasta 120 billetes de 5, 10, 20 y 50 euros extraídos de cajeros automáticos de todo el Archipiélago.

 

Los resultados no han podido ser más exitosos. El nuevo método de análisis permite detectar hasta 21 tipos de droga o sus derivados en un mismo billete, lo que supone una gran ayuda al trabajo pericial de médicos forenses, jueces y fiscales en casos de muertes por intoxicación.

 

El reflejo social

Pero la aplicación de los resultados de este estudio también cuenta con una vertiente social importante. “Lo que aparece en los billetes es, sin duda, un reflejo de los que se consume en una determinada sociedad, y de ahí se puede extraer qué tipos de drogas entran en un territorio y cuáles son las que tienen un mayor consumo”, señala Luís Domínguez-Boada.

 

billete_esnifando.jpgPara las autoridades políticas y policiales, el resultado de estos estudios, que pueden repetirse de manera periódica, constituyen una buena aportación para la investigación de la aparición de drogas emergentes, o, por el contrario, para detectar, qué tipos de droga apenas se consumen en un territorio.

 

El hecho de que un billete de euro esté impregnado de algún tipo de droga no supone, necesariamente, que éste se haya utilizado en su consumo. De hecho, los investigadores de la ULPGC señalan que la mayoría de los billetes analizados contenían muy poca cantidad de droga, que, previsiblemente, se deba a la contaminación entre billetes en los propios cajeros automáticos (que pasan por rodillos para su dispensación) o en el manejo diario de éstos en los comercios, en donde los billetes se guardan unos sobre otros.

 

Sin embargo, aunque no es el uso directo del billete la razón de su contaminación, lo que se desprende de esta novedosa investigación es que, analizando la toxicología de elementos de uso cotidiano como el dinero, es posible acercarse a la realidad social de algunas regiones, y, en este caso, facilitar, así, la labor policial y judicial en torno al mundo de las drogas.