Esa economía comprometida con el bien social

06/08/2018

Esa economía comprometida con el bien social

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La ULPGC se incorpora a la Red de Universidades Europeas y Latinoamericanas que trabajan en torno a la economía social y solidaria. Es un gesto que evidencia el compromiso universitario por defender unas formas empresariales que defienden, en primer lugar, el bienestar de las personas antes que la rentabilidad económica.

 

En la comunidad canaria, impulsar la denominada economía social es un tren que no se debe dejar pasar. Porque “la economía social supone crear mayores lazos de vinculación con el territorio, y se sustenta en una visión socio-cultural-ambiental que supera lo estrictamente económico, para contar con una valoración más holística de la vida y, en definitiva, producir un impacto positivo en el desarrollo socioeconómico local”, explica la profesora de Derecho Mercantil de la ULPGC, María del Pino Domínguez. Ella y varios compañeros más de otras Facultades trabajan e investigan desde hace años este tipo de economía que se basa en el desarrollo de actividades económicas pero con el fin de atender, en primera instancia, a necesidades sociales de interés general, “poniendo por delante de la rentabilidad del capital invertido, el bienestar de las personas”.

 

Uno de los pilares de la economía social es permitir que la propia sociedad organizada resuelva sus problemas, a través de la creación del asociacionismo o sociedades cooperativas y profesionales, sindicatos, etc. “Y no se debe perder de vista otra de las principales características de la economía social, y es que estas empresas se organizan y se gestionan desde una democracia participativa, abierta a nuevos miembros, además de que su gestión no busca el lucro, sino la eficiencia y la mejora del servicio prestado”, destaca la profesora Domínguez Cabrera.

 

Esta filosofía de trabajo y acción empresarial tiene una importante tradición en la comunidad canaria, concretamente en el sector cooperativo, “porque muchas veces el capital económico que se apuesta en determinados proyectos o sociedades pertenece a los proyectos personales de multitud de personas que desarrollan su vida profesional en la empresa, pero observando una importante contribución a la cohesión social, para generar empleo entre los colectivos más vulnerables o en peligro de ser excluidos en el mercado laboral”.

 

Democracia participativa

Las ventajas de este modo de gestionar una economía empresarial son múltiples: una de ellas es que el reparto de beneficios económicos se focalice en el propio territorio en el que se desarrolla la actividad. Pero, además, existe un importante impacto positivo en las diferentes administraciones que velan por este territorio, ya que, por ejemplo, generar empleo entre personas en riesgo de 

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 exclusión ayuda a disminuir el coste en prestaciones por desempleo, o una reducción del gasto en los servicios asistenciales dedicados a estas personas. “Pero, sin duda, lo más significativo es que un proyecto de economía social redunda en una educación en democracia participativa, es decir, en hacer que las personas sean partícipes directas de las decisiones empresariales”.

 

Ejemplos prácticos de ello son las cooperativas que ponen en marcha un colectivo de desempleados, o las asociaciones sin ánimo de lucro que favorecen el empleo para personas con alguna discapacidad, las agencias de desarrollo local en los municipios, etc.

 

La ULPGC ha promovido desde hace años la investigación en torno a este modelo de economía, que cuenta con un “estilo” de trabajo que marca la diferencia, por su gestión democrática, la participación activa y responsable y la primacía de los colectivos frente a lo individual. Desde un planteamiento multidisciplinar, varios investigadores universitarios abordan proyectos que ayudan a resolver problemas sociales y a formar con la impartición de cursos especializados en este tipo de gestión, divulgando las experiencias positivas del entorno y aprendiendo de los fracasos.

 

Los vicerrectorados de Empresa, Emprendimiento y Empleo; el de Investigación Innovación y Transferencia o el de Internacionalización y Cooperación tienen amplia experiencia en ello. Por ello, que la ULPGC se haya adherido a la Red de Universidades Europeas y Latinoamericanas Rulescoop, es significativo y, además, muy necesario.

 

La profesora María del Pino Domínguez ha sido la promotora de esta iniciativa, y ella misma ha defendido ante los principales representantes de la Red la integración en ella de la ULPGC. Se favorece, así, que los investigadores de la ULPGC se ‘conecten’ con centenares de universidades y centros de investigación mundiales consolidados en la economía social y solidaria, y además que se integren en una gran red de trabajo comprometida con la investigación, divulgación y transferencia del cooperativismo, para acercarla al entorno local y social y promover nuevas maneras de entender la economía, aquella que prioriza el bienestar de las personas.