Peces que alimentan a las lechugas

28/06/2018
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Peces que alimentan a las lechugas

Aunque parezca una película de ciencia ficción, no lo es. Cultivar lechugas y criar peces en el mismo agua es posible y, además, es un negocio revolucionario e innovador. La acuaponía comienza a ser una realidad en Gran Canaria.

 

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Se trata de producir de manera sostenible peces y verduras gracias a un elemento común: el agua. Y es que, tal y como se puede comprobar en uno de los invernaderos del Instituto Canario de Investigaciones Agrícolas de Gran Canaria, las lechugas crecen de manera casi increíble sobre unos enormes depósitos de agua enriquecida con los nutrientes que generan los peces que se están criando en ella.

 

Este proyecto piloto, fruto de la investigación en acuicultura que se desarrolla desde hace más de una década en la ULPGC, se ha convertido ya en una empresa que inicia sus primeros pasos gracias al capital privado de dos socios, que son investigadores y egresados de la ULPGC, y al apoyo de la Administración autonómica.

 

Es una muestra de la transferencia de la investigación y la innovación universitaria al sector productivo de Canarias. Y, además, es una decidida apuesta por poner en marcha nuevas ideas de negocio, revolucionarias y pioneras en España.

 

Así, la empresa IDEAqua, que en la actualidad ya dedicaba su labor empresarial al negocio de la acuariología (servicios en acuarios) se convierte en una spin-off del Instituto EcoAqua de la Universidad grancanaria, para también dedicarse a producir en una misma granja una gran variedad de lechugas, tomates y berenjenas, junto a casi un centenar de tilapias, peces de agua dulce que destacan por su buena adaptación a estos sistemas de producción sostenibles.

 

En cuatro grandes tanques crecen y se alimentan los peces, que a su vez generan algunos nutrientes que quedan depósitos en el agua. Este líquido, una vez pasa por un sistema de filtrado, circula a la zona de cultivo de las lechugas, que se aprovechan de estos nutrientes y que se cultivan y echan raíces sobre ese mismo agua. Posteriormente, el agua regresa limpia al taque de los pescados, completando así el ciclo.

 

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El resultado es impresionante: en tan solo 15 días se recolectan lechugas de gran calidad y aptas para el consumo humano. El sistema de cultivo y producción es tan sostenible que tan solo se descarta el 2% del agua que circula por él, aunque es un agua que puede volver a utilizarse una vez depurada. Todo ello, sin emplear fertilizantes artificiales.

 

Es el claro ejemplo de lo que supone la economía circular, en donde los pocos residuos que se generan pueden ser reutilizados y que solo requiere disponer de los piensos que sirven de alimento a los peces. Un proyecto de negocio sostenible y rentable del que aún están realizando ensayos pero que se perfila como un nuevo nicho de mercado en Canarias, puesto que se trata de la primera empresa dedicada a la acuaponía en el Archipiélago, y donde la transferencia de la investigación universitaria está jugando un papel vital con el apoyo y la tutela de los expertos del Instituto EcoAqua.