El costo de una vida poco saludable

29/12/2017

El costo de una vida poco saludable

La catedrática de la ULPGC, Beatriz González López-Valcárcel ha dirigido, por encargo de la Fundación Mapfre, un estudio nacional sobre el impacto económico de tres enfermedades “potencialmente prevenibles” en España: la enfermedad cardiovascular, la diabetes tipo 2 y la osteoporosis.

 

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Los efectos nocivos para la salud de unos hábitos de vida poco saludables son más que conocidos. El tabaco, el alcohol o la falta de ejercicio físico repercuten negativamente en la calidad de vida de cualquier ser humano. Así lo han significado cientos de investigaciones sanitarias y médicas en los últimos años. Sin embargo, el coste económico de los enfermos que padecen alguna patología como consecuencia de estos malos hábitos nunca se había puesto de manifiesto.

 

El informe titulado “El coste de la enfermedad potencialmente prevenible en España” lo saca a la luz tras varios meses de trabajo del Grupo de Investigación en Economía de la Salud y Políticas Públicas de la ULPGC, dirigido por la catedrática Beatriz González López-Valcárcel. “Este informe ha sido fruto del trabajo de un año, en el que hemos estudiado tres problemas de salud que previamente fueron seleccionados por la Fundación Mapfre dada su prevalencia en España y las posibilidades de prevención y promoción mediante cambios en el estilo de vida”, explica la catedrática de la ULPGC, Beatriz González.

 

Por tanto, el informe recoge el estudio de tres enfermedades “potencialmente prevenibles”: la enfermedad cardiovascular, la diabetes tipo 2 y la osteoporosis. El estudio y análisis de estas patologías se basó, inicialmente, a trabajos publicados anteriormente, “pero que vimos que se referían a estudios muy locales y a veces parciales, ya que solo se tenía en cuenta, en muchos casos, los costes directos sanitarios de la enfermedad, cuando los costes indirectos (como la pérdida de productividad laboral o la discapacidad) son tanto o más relevantes que los costes de la hospitalización y el tratamiento médico”.

 

Los resultados de este informe, encargado por la Fundación Mapfre, refrendan que los hábitos de vida saludable, además de mejorar la calidad de vida, también suponen un importante ahorro para la sanidad pública y para las familias españolas, pues en conjunto las tres enfermedades cuestan casi 26.500 millones de euros al año, de los que más del 60% serían evitables con cambios de estilos de vida: dieta, ejercicio físico, tabaco, alcohol y otras drogas.

 

En este sentido, y tomando como base de datos la información del Ministerio de Sanidad, se pone de manifiesto que en 2014 el coste medio de un ingreso hospitalario por fractura de cadera (asociado a la osteoporosis) asciende a 8.500 euros; y a 3.000 euros por diabetes de tipo 2, llegando a alcanzar la cifra de 34.600 euros en determinadas intervenciones quirúrgicas. Además, el costo sanitario directo medio anual adicional (es decir, por encima del de un paciente sin esa enfermedad) asciende, en el caso de pacientes con diabetes, a 2.145 euros; en el caso de enfermos del corazón, a 967 euros; y en el de pacientes con osteoporosis, a 783 euros.

 

Factores de riesgo

Los factores de riesgo que se asocian a estas tres enfermedades se resumen, principalmente, en una baja actividad física, en el 

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consumo de tabaco y alcohol, y en una dieta alimenticia inadecuada. “Si los españoles cuidaran más su alimentación, realizaran más ejercicio, dejaran de fumar y de consumir alcohol y drogas, la sociedad podría ahorrar el 62% del coste social atribuible a estas tres enfermedades, es decir, 16.425 millones de euros”, explican los investigadores en el informe.

 

Los resultados obtenidos permiten concluir que tres de las principales enfermedades consideradas “potencialmente prevenibles” en España pueden evitarse con el desarrollo e implementación de políticas de salud dirigidas al cambio de hábitos de vida poco saludables.

 

El informe también destaca la importancia de implementar intervenciones desde múltiples facetas y departamentos gubernamentales, en lo que se ha dado en llamar Salud en Todas las Políticas. “De esta manera, se consiguen mejores resultados a través de políticas de urbanismo, transporte, vivienda (ciudades saludables, paseables, con buenos parques y vías ciclables), a través de la educación (políticas de comedores escolares y de talleres de nutrición en los colegios), e incluso políticas laborales, “pues no hay nada peor para la salud que el desempleo de larga duración y los empleos precarios y mal pagados”.